El ambicioso impulso de España hacia la energía renovable se enfrenta a un escrutinio en medio de cuestiones de confiabilidad, inestabilidad política y un creciente debate sobre el papel de la energía nuclear. Si bien el país ha aumentado drásticamente su dependencia de las fuentes verdes, los acontecimientos recientes sugieren que una transición completa puede no ser tan sencilla como afirman sus defensores.
El auge de las renovables: de la ambición a la realidad
En 2017, las energías renovables representaron solo un tercio de la producción eléctrica de España. El año pasado, esa cifra aumentó al 57%, y el gobierno aspiraba al 81% para 2030. Este compromiso fue subrayado por la desafiante respuesta del primer ministro Pedro Sánchez “Verde, bebé, verde” a las políticas de combustibles fósiles en otros lugares. La construcción de una fábrica de baterías de 4.000 millones de euros cerca de Figueruelas, Aragón —una región que ya ha invertido mucho en energía eólica y solar— simboliza este impulso, que atrae importantes inversiones chinas.
El éxito de las energías renovables en España se debe en parte a su favorable geografía: Aragón se beneficia de un viento constante y abundante sol, lo que lo convierte en un lugar ideal para la producción de energía limpia. Sin embargo, este éxito ha sido puesto en duda por los acontecimientos recientes.
El apagón de abril y el debate sobre la confiabilidad
Un apagón generalizado el 28 de abril sumió a España y Portugal en la oscuridad durante horas, lo que provocó un intenso debate sobre la estabilidad de una red con muchas energías renovables. El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, acusó al gobierno de “fanatismo” al priorizar las energías renovables, sugiriendo que el incidente puede haber estado relacionado con una dependencia excesiva de fuentes intermitentes.
Si bien los funcionarios del gobierno y el operador de la red Red Eléctrica niegan una conexión directa, el hecho de que la generación solar alcanzara un récord del 61,5% apenas una semana antes del corte alimentó el escepticismo. Red Eléctrica atribuye el apagón a “eventos desconocidos” que provocan oscilaciones de tensión, pero queda pendiente una explicación completa.
El contraargumento nuclear: estabilidad en un sistema incierto
El apagón ha reavivado el debate sobre la eliminación gradual de la energía nuclear en España, prevista entre 2027 y 2035. Los defensores de la industria argumentan que la energía nuclear proporciona una estabilidad crucial, funcionando las 24 horas del día, independientemente de las condiciones climáticas. España es el único país a nivel mundial que tiene previsto cerrar plantas nucleares en funcionamiento, una decisión que los líderes de la industria consideran imprudente.
El presidente de Foro Nuclear, Ignacio Araluce, señala las limitaciones inherentes a las energías renovables y pregunta cómo se cubrirán las necesidades energéticas durante un clima desfavorable. Sostiene que una combinación equilibrada de energías renovables y energía nuclear es el enfoque más sensato, ya que ofrece energía libre de CO2 y sin intermitencia.
Incertidumbre política y perspectivas futuras
El panorama político español añade otra capa de complejidad. La coalición socialista gobernante enfrenta escándalos de corrupción y una mayoría parlamentaria en colapso, lo que plantea la posibilidad de elecciones anticipadas. Un gobierno de derecha probablemente cambiaría de rumbo y daría prioridad a las fuentes de energía tradicionales sobre las renovables.
A pesar de esta incertidumbre, la transición renovable de España continúa, impulsada por la inversión y los beneficios económicos que aporta a regiones como Figueruelas. Se espera que sólo la nueva planta de baterías cree hasta 35.000 puestos de trabajo indirectos, revitalizando la economía local.
El futuro de la combinación energética de España sigue sin estar claro, pero el debate pone de relieve una tensión crítica: equilibrar la ambición medioambiental con la necesidad de energía fiable y asequible. El país se encuentra en una encrucijada, obligado a sopesar los beneficios de las energías renovables con la estabilidad probada de la energía nuclear y las realidades prácticas de la gestión de la red.





















