El motor magnético del Sol alcanza una velocidad inesperada en sus polos

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El Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea nos ha brindado nuestra primera mirada de cerca a la región del polo sur del sol, revelando algo sorprendente: su campo magnético se está desplazando hacia los polos mucho más rápido de lo que anticipaban los científicos.

Este descubrimiento proviene de una imagen compuesta construida a partir de ocho días de observaciones tomadas en marzo, cuando la nave espacial inclinó su órbita para finalmente revelar esta área oculta del sol. La imagen muestra arcos brillantes que se extienden alrededor del polo: rastros brillantes dejados por estructuras magnéticas que se precipitan hacia el borde del sol a velocidades inusualmente altas.

Comprender el magnetismo del sol es crucial porque impulsa todo el ciclo solar de 11 años. En este ciclo, los campos magnéticos se tuercen, invierten y se reconstruyen, alimentando todo, desde manchas y erupciones solares hasta tormentas masivas que pueden perturbar la Tierra. En su núcleo se encuentra una lenta “cinta transportadora magnética” de corrientes de plasma. Estas corrientes transportan líneas de campo magnético desde el ecuador del sol hacia los polos cerca de la superficie y luego regresan hacia el ecuador en lo profundo del sol. Esta circulación continua sostiene todo el campo magnético, pero los procesos que ocurren en los polos siguen siendo en gran medida un misterio.

Antes de Solar Orbiter, observar directamente los polos del sol era imposible desde la Tierra, y la mayoría de las naves espaciales orbitaban en un plano cercano al ecuador. Esto dificultó el estudio de estas regiones críticas. Sin embargo, la órbita inclinada única de Solar Orbiter proporcionó la primera vista clara sobre el extremo sur de nuestra estrella en marzo de 2025.

Utilizando datos de dos instrumentos clave, el generador de imágenes polarimétricas y heliosísmicas (PHI) y el generador de imágenes ultravioleta extrema (EUI), los científicos pudieron rastrear cómo el plasma caliente y los campos magnéticos se mueven a través de la superficie solar. Su foco era la cromosfera, donde estas estructuras magnéticas dejan rastros visibles como arcos alargados y brillantes.

Los resultados son notables: gigantescos “supergránulos” (burbujas de plasma agitado cada una de dos o tres veces el tamaño de la Tierra) están impulsando campos magnéticos hacia los polos a velocidades de 20 a 45 millas por hora (32 a 72 kilómetros por hora). Esto es casi tan rápido como flujos similares cerca del ecuador, superando con creces lo que los modelos habían predicho.

“Los supergránulos de los polos actúan como un marcador”, explica Lakshmi Pradeep Chitta, investigador principal del estudio. “Hacen visible por primera vez el componente polar de la circulación global del sol durante once años”.

Esta innovadora investigación marca un nuevo capítulo en la comprensión del comportamiento de nuestro sol. Al iluminar finalmente estas regiones polares previamente ocultas, Solar Orbiter está proporcionando datos cruciales sobre el motor que impulsa el ciclo solar y da forma al campo magnético de todo el sistema solar.