Nanotyrannus: una especie distinta de tiranosaurio que coexistió con el T. Rex

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Una nueva investigación arroja luz sobre el mundo de los dinosaurios del período Cretácico tardío y revela que Nanotyrannus no era un Tyrannosaurus rex juvenil, sino más bien una especie distinta y contemporánea. Este hallazgo altera significativamente nuestra comprensión de la diversidad de depredadores justo antes del evento de extinción hace 66 millones de años.

La cuestión del nanotyrannus

Durante muchos años, los paleontólogos han confiado en los fósiles de Nanotyrannus para estudiar el crecimiento y el comportamiento del Tyrannosaurus rex. La pregunta de si Nanotyrannus era simplemente un T. rex ha sido un debate de larga data. Sin embargo, un examen reciente de un esqueleto de Nanotyrannus excepcionalmente bien conservado, descubierto en la Formación Hell Creek de Montana, proporciona pruebas convincentes para cuestionar esta suposición arraigada desde hace mucho tiempo.

Un dinosaurio maduro y distintivo

La investigación, publicada en Nature, se centra en un espécimen de Nanotyrannus casi completamente desarrollado. Utilizando análisis detallados de los anillos de crecimiento, los patrones de fusión espinal y la anatomía del desarrollo, el equipo determinó que este individuo tenía aproximadamente 20 años, estaba completamente maduro y era biológicamente distinto del Tyrannosaurus rex. Las características esqueléticas clave contribuyeron a esta conclusión:

  • Extremidades anteriores más grandes: Nanotyrannus poseía extremidades anteriores más desarrolladas en comparación con T. rex.
  • Más Dientes: El espécimen de Nanotyrannus tenía una mayor cantidad de dientes.
  • Menos vértebras de la cola: El recuento de vértebras de la cola difería significativamente.
  • Patrones únicos de los nervios craneales: El cráneo mostraba patrones nerviosos distintos que no se observaron en T. rex.

“Para que Nanotyrannus hubiera sido sólo un joven Tyrannosaurus rex, sería necesario desafiar todo lo que entendemos sobre el crecimiento de los vertebrados. No sólo es improbable, es biológicamente imposible”, explica el Dr. James Napoli de la Universidad Stony Brook.

Una nueva especie: Nanotyrannus lethaeus

Los investigadores también examinaron más de 200 fósiles de tiranosaurio más y descubrieron que un esqueleto previamente identificado, que alguna vez se pensó que era un T adolescente. rex, era sutilmente diferente del conocido Nanotyrannus lancensis (parte del famoso fósil de “Duelos de Dinosaurios”). Basándose en estas observaciones, el equipo ha identificado una nueva especie dentro del linaje Nanotyrannus : Nanotyrannus lethaeus.

Implicaciones para los ecosistemas del Cretácico tardío

La confirmación de Nanotyrannus como una especie distinta tiene implicaciones importantes:

  • Mayor diversidad de depredadores: Indica que la diversidad de depredadores durante el último millón de años del período Cretácico fue considerablemente mayor de lo que se pensaba anteriormente.
  • Repensar los modelos de crecimiento de los tiranosaurios: Ahora es necesario reevaluar los modelos de crecimiento y comportamiento de larga data del Tyrannosaurus, basados ​​en fósiles de Nanotyrannus.
  • Posibles identidades erróneas: Los investigadores sugieren que otras especies de dinosaurios de cuerpo pequeño pueden haber sido identificadas erróneamente de manera similar.

“Este descubrimiento ofrece una imagen más rica y competitiva de los últimos días de los dinosaurios”, dice la Dra. Lindsay Zanno de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y del Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte. “Aunque el Tyrannosaurus rex era un depredador formidable con su enorme tamaño, poderosa mordida y visión estereoscópica, no reinaba sin oposición.”

“Al lado estaba Nanotyrannus, un cazador más delgado, veloz y ágil”.

Los nuevos hallazgos subrayan un ecosistema dinámico del Cretácico Superior con múltiples depredadores superiores, alterando nuestra percepción del capítulo final de la era de los dinosaurios. El artículo de investigación completo, “Nanotyrannus y Tyrannosaurus coexistieron al final del Cretácico”, se publica en Nature.