Anuncios “verdes” engañosos: Nike, Superdry y Lacoste prohibidos en el Reino Unido

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Se han prohibido los anuncios de grandes marcas como Nike, Superdry y Lacoste en el Reino Unido por hacer afirmaciones sin fundamento sobre la sostenibilidad. La Autoridad de Normas de Publicidad (ASA) del Reino Unido descubrió que las empresas utilizaban términos como “materiales sostenibles” y “ropa sostenible” en los anuncios de Google sin proporcionar pruebas suficientes que los respalden.

La represión del “lavado verde”

La ASA aplica códigos publicitarios estrictos que exigen que las afirmaciones medioambientales sean claras y estén respaldadas por pruebas sólidas. Este fallo es parte de un esfuerzo más amplio para combatir el “lavado verde”, donde las empresas exageran o promueven falsamente sus esfuerzos ambientales. La ASA ahora está utilizando inteligencia artificial (IA) para identificar de manera más eficiente anuncios ecológicos potencialmente engañosos.

Lo que dijeron las marcas (y por qué no funcionó)

  • Nike afirmó que su eslogan “materiales sostenibles” se refería a una mayor disponibilidad de productos reciclados en su sitio, pero la ASA lo consideró demasiado vago. El anuncio no especificaba qué productos eran sostenibles, lo que daba una impresión engañosa.
  • Superdry argumentó que los clientes interpretarían que “estilo y sostenibilidad” significan que la ropa es elegante, sostenible o ambas cosas. La ASA dictaminó que esta redacción ambigua implicaba que todos los productos Superdry eran sostenibles, lo que la empresa no pudo probar.
  • Lacoste destacó los esfuerzos para reducir su huella de carbono, pero no logró demostrar que sus productos “no tengan ningún efecto perjudicial sobre el medio ambiente”, un estándar requerido por la ASA.

Por qué esto es importante

Los consumidores exigen cada vez más productos sostenibles y las empresas están ansiosas por capitalizar esta tendencia. Sin embargo, sin transparencia y afirmaciones verificables, estos esfuerzos pueden engañar al público. Las acciones de la ASA envían un mensaje claro: las marcas deben fundamentar sus afirmaciones ecológicas o enfrentar sanciones.

El uso cada vez mayor de la IA para controlar la publicidad garantiza una aplicación más estricta de las normas medioambientales. Esta tendencia indica una presión creciente sobre las empresas para que proporcionen una sostenibilidad genuina en lugar de depender de un lenguaje de marketing vago.

Las sentencias sirven como advertencia para otras empresas: el “alto nivel de fundamentación” ya no es opcional. Sin él, las marcas corren el riesgo de dañar su reputación y enfrentar acciones regulatorias.